Después de un merecido descanso, hablaremos sobre las condiciones que harán de sus hijos unos buenos lectores y escritores. Ya ustedes están involucrados completamente en la tarea de desarrollar al máximo el lenguaje de sus hijos y han realizado una muy buena ejercitación buscando escenarios y prácticas sociales que favorezcan la oportunidad de acceder a la lengua escrita. Ellos tienen una estructura que les permite desarrollar narraciones orales y disfrutar con los cuentos, los libros de imágenes, los libros de su familia y de sus sentimientos que, dan la estructura mental para acceder a lo que los expertos llaman ahora alfabetismo emergente.
“El alfabetismo emergente puede entenderse como un proceso de aprendizaje interrelacionadas: la dimensión funcional, la social, la cognitiva y la emocional-lúdica." (Flórez Romero Rita y cols. Alfabetismo emergente: Investigación, teoría y práctica. El caso de la Lectura (2007)
Antes se hablaba de preescritura y prelectura, pero ahora sabemos que el proceso de alfabetización en el niño se da desde mucho antes, desde su hogar.
Los padres y en general la familia estarán ansiosos porque su niño lea los textos que abren su mundo escolar.
Narrar historias y desarrollo del lenguaje
Dentro de las diversas investigaciones sobre desarrollo del lenguaje se ha establecido que la narrativa es una de las estrategias comunicativas más empleada por los adultos que interactúan con los niños (Karmiloff et al, 2001; Mc Ewan y Egan, 1998; Gillig 2000). A través de la narrativa el adulto proporciona al niño conocimientos sobre su entorno y de manera paralela brinda el modelo lingüístico que incorpora todos los componentes del lenguaje. El pequeño amplía día a día su conjunto de saberes a través de las narrativas que sus cuidadores suelen hacer. La narrativa ha sido una de las más importantes estrategias que a lo largo de la historia han empleado diversas culturas para trasmitir conocimientos, costumbres, valores y que permite la trascendencia de diferentes tipos de saberes a lo largo del tiempo. Lomas y Tuson (2000) afirman que la narrativa es un género literario empleado desde las primeras civilizaciones y ha sido uno de los géneros comunicativos de mayor difusión social y cultural. Por lo general, cualquier persona sin importar su estrato, procedencia, género o escolaridad posee la capacidad de elaborar narrativas y emplearlas con diferentes finalidades.
La narrativa constituye una de las estrategias mediante las cuáles el niño desarrolla el lenguaje comprensivo y expresivo, por tanto, el adulto desempeña un papel fundamental como interlocutor que brinda al niño los elementos comunicativos necesarios para el desarrollo de las competencias narrativas.
Los estudios de Snow y Ninio (1986), resaltan la importancia del adulto en el desarrollo de la narrativa puesto que desde que el bebé nace está expuesto a las interacciones comunicativas con sus adultos cercanos, que a su vez adecúan sus expresiones –de manera inconsciente- para facilitar el aprendizaje del niño y proporcionan los modelos narrativos a los infantes colaborando en todo momento en el proceso de construcción de la narrativa.
De acuerdo con Jackson (1996), la narrativa no solo se destaca en las interacciones cotidianas de todo ser humano, sino que además es un género discursivo empleado a diario en los diferentes escenarios pedagógicos. Este autor afirma que:
“En la escuela los estudiantes de todas las edades pasan gran cantidad de tiempo escuchando relatos. También pasan mucho tiempo leyendo relatos, a veces voluntariamente, pero más a menudo porque les exigen hacerlo. Además, estas actividades de escuchar y leer son con frecuencia solo las fases iniciales de un futuro encuentro en clase con determinada narrativa” (pg 25)
Egan (1998) señala que, si se hiciera un recorrido por varias instituciones de educación inicial hasta llegar a las instituciones de educación superior, se podría encontrar que por lo general en algún momento de la clase aparece la narrativa. Puede ser como parte de la explicación que hace el docente o que hace el estudiante ante cierta pregunta o para participar en la clase. También se emplea la narrativa para introducir un nuevo concepto, hacer énfasis en algo o compartir alguna experiencia que aporte al tema desarrollado en ese momento.
La narrativa se convierte en un género discursivo de gran importancia puesto que posibilita la configuración de diversas esferas del saber y promueve el desarrollo de habilidades cognitivas, fonéticas, fonológicas, sintácticas, semánticas y pragmáticas. Gran parte del acervo cultural existente ha perdurado a través del tiempo gracias a las narrativas.
Afirma Flórez et al (2005) en la Historia de la socialización del sujeto, que la narrativa juega un papel primordial puesto que el niño no solo tiene que aprender el código lingüístico propio de la sociedad en la que nace, sino que es a través de la narrativa como se le transmiten valores, creencias, patrones de comportamiento y normas de interacción. Por otro lado, en la escuela, la narrativa es un denominador común para todas las asignaturas escolares: español, historia, ciencias, geografía, matemáticas. Es decir, la narrativa aparece bien sea como una estrategia, a partir de la cual, el docente introduce un tema o brinda una explicación a sus estudiantes y de igual modo un elemento clave cuando un estudiante sustenta sus respuestas en clase que pueden ir desde una definición hasta argumentaciones más complejas. Además, es un género discursivo empleado con bastante frecuencia en las interacciones que tienen los niños entre sí, en su contexto escolar o fuera de él.
La narración como herramienta escolar
Me gustaría contarles esta experiencia pedagógica que hace varios años desarrollamos para lograr un mejor desempeño en los niños que por diversas causas necesitaron de una especial atención en su escolaridad.
El marco conceptual investigado por los expertos llevó al grupo de profesionales que trabajó en el Gimnasio El Torzal a elaborar un estudio relacionado con la evolución de la Narrativa y las estrategias que nos permitieran favorecer el desarrollo de la lectoescritura independiente, del tiempo que se invirtiera independiente de las condiciones cognitivas y en general proporcionar a los alumnos todos los apoyos para que disfrutaran del proceso lector y se adentraran en la tarea de escribir sus propios textos narrativos.
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