Vamos a continuar explicando paso a paso el desarrollo motor del bebé durante sus primeros meses. Aclaramos que estos datos son generales y que el desarrollo motor de cada niño es individual y único y depende de numerosas variables genéticas y epigenéticas.
Desarrollo motor esperado para el cuarto mes
En este momento de la vida del niño la simetría es mayor, producto de la acción equilibrada entre los patrones de extensión y de flexión.
Cuando está en posición prona (boca abajo), el bebé descarga el peso de la cabeza y el tronco superior sobre los antebrazos, mantiene el pecho levantado para lograr la mayor extensión lumbar y facilitar la extensión completa de sus caderas.
Mientras está jugando en esta posición cae accidentalmente hacia un lado y esto constituye el modelo para iniciar el primer giro; poco a poco con la práctica inicia el comando cefálico (gira la cabeza primero y luego el cuerpo la sigue) para los giros.
En supino (boca arriba) comienza a utilizar sus miembros superiores para alcanzar objetos que le interesan, agarra sus rodillas y sus pies con las manos lo que enriquece la percepción visual y táctil de sí mismo; este juego con las manos y los pies hace que caiga de medio lado y este es el patrón inicial del giro.
En decúbito lateral (de medio lado) mantiene la posición para jugar y logra el enderezamiento lateral de la cabeza que le permite recibir nueva información táctil
y propioceptiva asimétrica.
Cuando lo tomamos de las manos para invitarlo sentarse el patrón flexor es fuerte y la actividad es voluntaria; una vez en posición sedente (sentado) con el tronco recto se sostiene apoyando las manos adelante: es lo que se conoce como reacción de anterior de apoyo. En este momento las reacciones anteriores de apoyo están presentes e inician las reacciones de defensa. Ahora logra despegar las manos del piso para alcanzar su juguete, enderezar el tronco y mantener la posición por periodos cortos.
Desarrollo motor esperado para el quinto mes
Ahora el bebé logra el giro de prono a supino de manera más controlada: maneja adecuadamente el traslado de peso y es así como puede girar la cabeza y el tronco superior mientras que la cintura y el tronco inferior los siguen: esto es lo que se conoce como disociación escápulo-pélvica. Luego de manera voluntaria logra realizar el giro de supino a prono. Recordemos que nuestros movimientos se hacen en espiral y no en línea recta como lo haría un robot.
Ahora nuestro chiquito muestra interés en primer lugar por otras personas, para luego mostrar interés por objetos a su alrededor. Los periodos de vigilia son más largos, el contacto visual es consistente e interactúa con enérgicos movimientos de su cuerpo.
Continúa practicando los giros ahora con adecuada disociación de las cinturas escapular y pélvica, tanto con comando superior, como con comando inferior (gira primero las piernas y el cuerpo las sigue) y ahora pasa más tiempo en prono jugando y explorando. Es el momento de aprovechar los giros como primer medio de desplazamiento para alcanzar su objetivo.
Cuando invitamos al bebé a sentarse su cabeza y su tronco van alineados y cada vez colabora más: apoya una mano hacia donde desplaza el peso, utiliza la reacción de enderezamiento del tronco para equilibrar el peso en línea media.
Se mantiene sentado sin apoyo, logra alcances apoyando las manos al frente (reacción de anterior de apoyo), al lado (reacción lateral de apoyo) y cruza la línea media (pasa objetos de un lado a otro); en este momento ya están presentes las reacciones de defensa anterior y lateral (cuando se va a caer lanza sus manos para evitar la caída).
Desarrollo motor esperado para el sexto mes
El bebé es muy activo y ha ganado independencia para alcanzar sus objetivos como girar, jugar y principalmente explorar su cuerpo y el ambiente que lo rodea. Realiza transferencia de objetos de una mano a otra. El control del tronco implica el equilibrio entre la musculatura extensora y la flexora para tener estabilidad, con una base de apoyo amplia dada por la abducción, rotación externa y flexión de caderas y de rodillas. En este momento en que el niño siente su cuerpo estable puede dedicarse otras habilidades que repercuten en su interacción social como el desarrollo de su lenguaje y su motricidad fina.
Desarrollo motor esperado para el séptimo mes
Estando el niño sentado se inician las reacciones de defensa en sentido posterior.
Ahora el niño se acerca a una de las etapas más importantes del neurodesarrollo: el arrastre. Algún día estando boca abajo decide alcanzar un juguete, extiende un brazo y para no caer de medio lado flexiona la cadera del lado contrario para estabilizar el peso y se empuja para alcanzar su objetivo, usando así un patrón asimétrico de miembros superiores e inferiores e iniciando el desplazamiento por medio del arrastre; es la primera vez que el bebé logra desplazar su propio peso en un avance; este patrón es muy importante porque la información propioceptiva que da este desplazamiento es infinita. Como base del aprendizaje percibe las sensaciones durante el desplazamiento descubriendo un mundo más amplio, el manejo de su lateralidad, la alternancia, la ubicación espacial en un plano horizontal, la limitación de espacios. El patrón de arrastre y su práctica son de corta duración en promedio, aproximadamente un mes.
Continuará…
correo electrónico: additagc@hotmail.com