Martha Peña Preciado
Médica general y Neuróloga - U. Nacional de Colombia
Contacto: mpena@ioir.org.co tel 57601- 3534016
Del 8 al 12 de febrero este año 2021 se hizo un espacio en el mundo para pensar en las muchas personas, niños y adultos, que deben usar una sonda de gastrostomía como parte de su vida.
Significados griegos: gastro es estómago, estoma (stoma), que traducido del koiné sería "boca"), es una abertura natural o realizada en un cirugía . La ostomía es el procedimiento para "hacer otro orificio, otra boca".
Yo le llamaría los principios prácticos y tecnológicos de Caperucita Roja y el Lobo.
¿Por qué tienes una nariz tan grande? Para olerte mejor.
¿Por qué tienes unas orejas tan grandes? Para escucharte mejor (implante coclear)
¿Por qué tienes ojos tan grandes? Para verte mejor (lentes intraoculares).
La ciencia, la técnica y la cibernética al servicio de la salud de las personas nos traen dispositivos que permiten recuperar parcialmente la funcionalidad deteriorada y con el tiempo la imagen del cíborg (cyborg), esos seres que conjugan lo orgánico con lo cibernético, serán la ciencia ficción de lo cotidiano.
¿Por qué tienes una gastrostomía? Para alimentarme mejor!!!
¿Por qué tienes esa "otra boca"? Para vivir y sobrevivir mejor.
Se suman múltiples estudios en niños y adultos con todo el espectro de enfermedad neuromuscular que documentan cómo la gastrostomía es una solución efectiva para mejorar el pronóstico vital, el pronóstico funcional y la calidad de vida de las personas con dificultades en la función de deglutir el alimento (disfagia, afagia). La calidad de vida de los cuidadores y las familias se ve impactada positivamente también al ahuyentar los miedos a la desnutrición y a la percepción de hambre.
Existen riesgos del procedimiento de la gastrostomía si se da mucho tiempo de espera para realizarla y el paciente tiene un compromiso importante en sus funciones respiratorias o su grado de desnutrición lo hace aún más vulnerable a procesos infecciosos, por ejemplo. Sin embargo en la mayoría de casos el miedo a la complicación debe ser inferior al miedo a una peor sobrevida y a una peor calidad de vida.
El sentido común en ocasiones es el menos común de los sentidos. El sentido común nos dice que el deterioro nutricional empeora cualquier condición patológica, que un paciente bien alimentado tiene más posibilidades de estar mejor. Por tanto, una sonda de gastrostomía o un botón gástrico debe ser una herramienta más para dar un tratamiento integral al problema que esta limitando a la persona y como herramienta podemos usarla y darle un nuevo significado que potencie nuestras posibilidades.
El concepto de estética y de necesidad son construcciones también de nuestra cultura, es decir de nosotros como individuos en un colectivo y un ambiente, individuos que pensamos y sentimos las propias y ajenas vivencias expresándolas en lenguaje. Por estética diversa se hacen perforaciones como los piercings, mamoplastias o implantes. Las experiencias de enfermedad como parte de la vida y por supuesto, de la muerte, nos pueden enseñar a cambiar los temores, la ansiedades o la rabia, por qué no entonces cambiamos nuestro rechazo a la gastrostomía temprana? ¿ Por qué no le damos un nuevo significado de solución?
Todo organismo responde a un equilibrio entre lo que consume y lo que gasta. La matemática dio existencia a un cálculo del total de energía (calorías) que consumimos diariamente y que denominamos como Gasto Energético Total Diario de un Individuo (GETD) y representa la energía que el organismo consume. Está constituido por la suma de: tasa metabólica basal (TMB), termogénesis endógena (TE) y gasto energético ligado a la actividad física (GEAF). Como es de esperar las sumas y restas no cuadran cuando una enfermedad, como una enfermedad neuromuscular, limita el ingreso de la energía (no entra suficiente alimento) y el consumo por la misma enfermedad aumenta. Eso no es más que una quiebra energética.
Para grandes problemas, grandes soluciones.
Los elementos complementarios y anexos para la nutrición de personas enfermas podemos interiorizarlos en nuestra cultura y así, no solo aceptarlos por indicación médica con bases científicas, sino como parte de un nuevo saber vivir.
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