Cuando comencé a recolectar las narrativas clínicas, las crónicas sociales entorno a los lenguajes científicos emergieron, estas interacciones se exponen de una manera diferente ya que cuando al interlocutor se le puede preguntar más allá del establecimiento del poder, una pregunta y una conversación entre pares, que no requiere de una traducción posterior, o una búsqueda de términos por internet una vez se ha terminado la recolección de datos, permite el registro de los datos y un primer análisis in situ, que en mi caso fue plasmado de manera gráfica en las crónicas. Trate de desarrollar un guion a través del boceto y las anotaciones de mi cuaderno de campo, de la misma manera que las crónicas de viajes, del inicio de la conquista de América durante el periodo español como la de Bernardo de Rivera también llamado, Bernardino de Sahagún, que dieron base al posterior trabajo etnográfico antropológico del siglo XX.
En este resumen de los cuadernos de campo
se planteó la crónica del viaje dentro de los ambientes explorados, la crónica del encuentro, es este encuentro con la otredad dentro de la epilepsia lo que genera una mirada alocrónica, pero no limitada, al percibir la experiencia de la epilepsia en un momento específico, que resignifica la sensación, e interpretación como fue experimentada al momento se ser registrada la narrativa (Fabian, 2019). Por ello la crónica etnográfica de este capítulo expone las diferentes capas del dolor, la muerte, la negación y el miedo como las sensaciones emociones y lógicas que arropan la epilepsia, más allá de un tiempo verbal que se expresa a través de estas narrativas, además de estas posibilidades y análisis, también busco entender la cronicidad de la epilepsia ya que como condición crónica tiene diferentes tiempos y momentos, que independientemente del origen social, creencia religiosa, o genero interpelan lo más profundo de la condición humana. Ya que esto nos enfrenta a aquello a lo que le tenemos miedo y como nos enfrentamos a ellos.
Tradicionalmente la narrativa escrita ha sido el formato privilegiado para este efecto. Sin embargo, la imaginación etnográfica junto con las nuevas posibilidades visuales, nos permiten introducirnos en una constelación de posibilidades para comunicar alteridades, culturas, gestos, contextos, entre otros. En esta investigación decidí introducir un capítulo gráfico basado en mi trayectoria profesional como neuropediatra-epileptólogo. A lo largo de mi historia académica, y debido a un gusto individual por el dibujo, he podido construir un archivo memorístico de mis percepciones y anotaciones, en las unidades de epilepsia, en el consultorio, en las salas de cirugía y en las salas de imágenes diagnósticas. Todos estos lugares, me han permitido poner cara a cara mi formación médica con mi formación antropológica. Por ello esta tesis es un encuentro entre la antropología médica y el registro etnográfico.
Encontrar la forma de dialogar a través de lo visual es una forma alternativa de presentar resultados en este caso, las crónicas de epilepsia. Este proceso ha implicado unas conversaciones complejas no solo con el entorno antropológico si no con la medicina gráfica. Contrastar una imagen diagnóstica con una imagen a mano alzada o incluirla dentro la composición de las anotaciones del diario campo implica una manera alternativa de lenguaje y comunicación. La pregunta que me hacen muchos colegas es que tan serio es presentar unos resultados de investigación doctoral dentro de este formato. Podría incluir esta disertación dentro de lo que se ha denominado, Medicina Gráfica, término que fue acuñado por el médico británico y autor de cómics Ian Williams. El término Patografía Gráfica. El cómic que tiene como tema principal la enfermedad narrada por alguno de sus protagonistas fue creado por Michael Green, profesor en la facultad de medicina de Pennsylvania (“Medicina Gráfica” n.d.), bajo esta definición se podría decir que este capítulo es un recorrido etnográfico – visual de como un antropólogo médico registra los resultados desarrollados durante la investigación.
Comments