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Foto del escritorMaria Elvira Herrera Benavides

Por qué hay niños como Nelson Muntz? (II)

Actualizado: 25 feb 2021

Maria Elvira Herrera Benavides

Médico General y Psiquiatra General - Universidad Pontificia Javeriana



En nuestro blog anterior hablábamos de Nelson Muntz un niño inadaptado dentro de la trama de los Simpson y sobre cómo hablar de el acoso escolar que es tan relevante hoy en día. Describimos en qué consiste el acoso escolar y hablamos de manera básica sobre cuales son las características que hacen que un niño pueda ser víctima o acosado.




Hoy entraremos a describir de manera mucho más detallada estas características y así mismo hablaremos de otro elemento importante de este fenómeno que son las personas que presencian el acto: los seguidores, los testigos y los defensores porque las intervenciones que han tenido impacto sobre esta dinámica se relacionan con trabajar con esta tercera integrante de la dinámica.


CARACTERÍSTICAS COMUNES DEL BULLY


Hay características comunes que comparten los acosadores. Los acosadores tienen actitudes agresivas hacia sus encuentros sociales y una perspectiva positiva sobre la violencia. Son manipuladores y tienen una importante necesidad de dominar a los demás y experimentan falta de empatía hacia los otros. Carecen de autocontrol y son impulsivos. Los niños que intimidan a otros a menudo provienen de una familia en la que se modela la agresión. Así, los niños que mostraron ser más insensibles y poco emocionales además de tener otros trastornos de conducta, tenían niveles más altos de intimidación directa hacia otros niños. Otra característica que se ha observado, se relaciona con niños que no se sentían apoyados por sus maestros en una escuela con un ambiente desfavorable, así como con unos padres que no pusieron altas expectativas en su desempeño escolar. A diferencia de lo que se cree, los acosadores no están socialmente aislados y pueden llegar a tener amigos y vínculos afectivos importantes con otros niños. Otro mito común sobre el acoso es que los agresores tienen baja autoestima, sin embargo, se sabe que los acosadores tienen una autoestima por encima del promedio lo cual les brinda la sensación de que sus necesidades, deseos y comportamientos pueden estar por encima de los sentimientos de otros.








Características comunes de la víctima

Al igual que los acosadores, las víctimas del acoso escolar comparten varias características en común. Estos niños son más ansiosos, deprimidos, inseguros y tienen baja autoestima en comparación con otros niños. Las víctimas de acoso a menudo carecen de amigos en la escuela o pueden estar socialmente aislados. Los niños que son menos atractivos físicamente o tienen sobrepeso o que tienen un desempeño escolar deficiente tienen más probabilidades de ser acosados. Los niños con discapacidades como parálisis cerebral, autismo, tartamudez, distrofia muscular o diabetes también pueden tener un mayor riesgo de ser víctimas de acoso. Las víctimas de acoso a menudo describen que no encajan bien con sus compañeros. También los niños que habían sufrido maltrato por parte de un cuidador (padre, madre, abuelos etc) tenían más riesgo de sufrir acoso. Se ha observado que las víctimas son más sumisas, tienen menos habilidades de liderazgo, son más retraídas; son niños que están más aislados, son menos cooperativos, menos sociables y frecuentemente no tienen compañeros de juego. Los niños que carecen de independencia y madurez pueden también estar sujetos a intimidación y se ha sugerido que la victimización estaba asociada con aquellos niños que eran percibidos como sobreprotegidos porque no logran desarrollar su propio afrontamiento habilidades y es más probable que sufran acoso. Están también los estudiantes que oscilan entre ser acosadores/víctimas. Las víctimas/agresores demuestran altos niveles de agresión y depresión y tienen calificaciones académicas más bajas, y un más bajo comportamiento prosocial, bajo autocontrol, baja aceptación social y autoestima. Tienen pocos amigos, son menos cooperativos, menos sociables y con mayor frecuencia no tienen compañeros de juego.


Estar informado sobre las características que puede tener un acosador, una víctima/acosador o una víctima permitirá identificar posibles niños en riesgo de comportamiento de intimidación y proporcionar intervenciones que puedan reducir el acoso y sus consecuencias.






Observadores

Los observadores son actores fundamentales en el acoso escolar y cualquier estrategia de prevención debe tenerlos en cuenta. Se trata de quienes presencian el acto de acoso, que pueden ser otros estudiantes, docentes, funcionarios administrativos o directivos docentes, así como personas externas que tienen relación con el colegio o que se percatan del ciber acoso escolar. Se ha demostrado que el papel del observador es fundamental frente al acoso escolar, pues la forma como los observadores reaccionen puede generar aumento o disminución de la agresión. Se han identificado tres tipos de observadores.


  1. El observador agresivo o provocador, que motiva o estimula el acoso escolar o que anima para que se continúe acosando. Son incitadores al acoso que en algunas ocasiones se convierten también en agresores. Se ha observado que los hombres tienen mayor tendencia a ser espontáneamente observadores agresivos (motivadores o animadores), mientras que las mujeres son más influenciables que los hombres al momento de tomar la decisión de agredir a los compañeros por influencia de un observador agresivo.







2. El observador neutro o pasivo que se limita a mirar el acto de intimidación o agresión pero no actúa. Su pasividad suele ser por indiferencia, por presión colectiva o por miedo de convertirse en una víctima directa. Un elevado número de estudiantes manifiestan que no hacen nada, aunque crean que “deberían apoyar a la víctima” o que no hacen nada porque no es su problema. A veces los docentes asumen el papel de observadores pasivos y en últimas son en la práctica cómplices del acoso escolar, puesto que los acosadores buscan aprobación bajo dos formas: la celebración manifiesta de sus actos o el consentimiento implícito que resulta de no mostrar rechazo a una situación de violencia que debería ser inaceptable.




3. El observador proactivo o asertivo es el que busca, con o sin éxito, el modo de evitar el acoso escolar a sus compañeros. Se trata de estudiantes que apoyan a la víctima, que a veces hacen frente al agresor o que denuncian y condenan los hechos de acoso. El observador proactivo suele ser un compañero que tiene alta popularidad en el grupo y por lo tanto no siente temor de ser victimizado. Una de las opciones de comportamiento más usuales del observador asertivo es buscar a otras personas como compañeros o adultos con autoridad, que ayuden a resolver el conflicto entre la víctima y el agresor.





En nuestro próximo Blog hablaremos sobre cuáles son las intervenciones que tienen más impacto sobre este fenómeno y cuáles con las recomendaciones tanto para padres como para profesores para evitar esta situación y poder apoyar a los niños de la manera más adecuada.



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